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Todos conocemos esa planta tan molesta de hojas alargadas y con puntas: las ortigas. Seguramente hayas experimentado la sensación de estar caminando por el campo y que empiece a escocerte la pantorrilla o el tobillo con intensidad porque has atravesado una zona con alguna ortiga camuflada. El escozor es bastante desagradable, y deja a su paso pequeños bultos y rojeces en la piel que pueden durar un buen rato. Pero, ¿te has planteado la posibilidad de que las ortigas piquen a tu perro?
Antes de empezar a hablar del tema que más nos gusta, nuestras mascotas, veamos por qué pican las ortigas. Las hojas de esta planta están cubiertas por unos filamentos bastante quebradizos en la punta que contienen ácido fórmico, y que al rozarlos, se rompen y lo liberan, provocando esa sensación de escozor y urticaria tan irritante. Por cierto, ¿sabías que "fórmico" proviene del latín y está relacionado con las hormigas y las abejas, que liberan ese tipo de ácido en sus picaduras? Puedes leer más sobre eso, si te interesa, en esta página. Quizá ese dato te dé alguna idea de la sensación que produce el picazón de las ortigas, si has tenido la suerte de que nunca te toque ninguna. Aunque también hay que decir que esta planta tiene propiedades beneficiosas –aunque este no es el artículo para sumergirnos en eso–.
Pero vayamos a lo importante: ¿es posible que las ortigas piquen a tu perro?
De hecho, es un suceso bastante inevitable si tienes por costumbre ir al campo a pasear con tu mascota, sobre todo en verano, y si lo dejas suelto para que corra a su aire. Al igual que para las personas, nuestro mejor amigo no es inmune a la picadura de la ortiga ni a los síntomas que puede producirle ese ácido en la piel. Veamos cuáles son esos síntomas y qué podemos hacer en el caso de que las ortigas le piquen a tu perro.
Algunos de los síntomas o indicadores de que tu perro ha podido sufrir una picadura de ortiga podrían ser que tu perro se lama o incluso mordisquee las patitas con intensidad, o si se rasca con fuerza. Picores y urticaria, o rojeces e hinchazón –especialmente en las zonas que están cubiertas por menos pelaje, como la barriga–. Si la picadura ha sido alrededor de su hocico, podría incluso sufrir algún tipo de dificultad para respirar, y en casos más graves, falta de coordinación al moverse o debilidad general. Si conoces bien a tu perro, probablemente identifiques estos síntomas bastante rápido. Ten cuidado si detectas que tu mejor amigo ha sufrido más de una picadura, ya que los síntomas podrían agravarse. Existe también la posibilidad no solo de que las ortigas piquen a tu perro, sino de que él se las coma. Sabemos que nuestros perros a veces son como aspiradoras. En ese caso, los síntomas serían diarrea, babeo, dificultad para respirar... En fin, ¡esperemos que eso no ocurra!
Lo primero y más importante: trata de evitar que tu perro se rasque o muerda la zona afectada. Eso solo causará más picor y más irritación.
Si estás cerca de casa, lo que podrías hacer es darle un baño de agua templada a tu perro, con suavidad, o si no te quieres meter en faena, lavar esa zona afectada con mucho cuidado. Eso ayudará a eliminar esos pelos o filamentos de la planta que están causándole esa urticaria.
En algunas páginas, también recomiendan hacer una pasta con agua y bicarbonato y aplicarla a la zona afectada, pero te animamos a que eso lo consultes antes con tu veterinario, ya que quizá pueda aconsejarte algún antihistamínico más efectivo.
Y sobre todo, ¡trata de evitar las zonas donde sepas que hay muchas ortigas! En algún momento, la picadura es inevitable, pero si conoces zonas que puedan estar más libres de esta planta, mejor que mejor.
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